Capítulo 6: Una identidad desconocida.
De repente oí un silbato, era el entrenador, todos corrimos al centro del campo y le escuchamos: “Chicos, es lunes, esta semana nos jugamos el paso más importante que ha dado el Club en toda su historia; esta semana vamos a trabajar para hacer disfrutar a la afición y vencer a nuestro rival: El CD.Molareño, y tras con ello ascender a tercera”; todos los jugadores se miraban. Yo no daba crédito a lo que estaba viviendo, estaba en viendo en primer plano la preparación del Pedrezuela para el gran partido, algo que sinceramente no me interesaba mucho.
Al final del entrenamiento, notaba el sudor en “mi cuerpo” y los jugadores se dirigieron al vestuario; una voz me interrumpió la marcha, “Luís, ven un momento”, este acudió a la llamada; el entrenador le estaba sonriendo: “Luís, has trabajado mucho esta temporada y me preocupa que la presión pueda con tu corta edad, solo tienes 18 años; por lo que me estoy planteando si convocarte este domingo, lo que debes de tener seguro es que no vas a salir de titular”. Luís habló: “Mister, me veo preparado para aguantar la presión, tengo que estar a la altura de las circunstancias”
En ese momento, una nave sobrevoló el campo y todo se quedó en silencio; la situación era extraña, el entrenador se quedó sorprendido ante tal muestra de madurez por parte de Luís, todo esto se zanjó con una frase del mister “Esta tarde te observaré y veré si estás a la altura de las circunstancias”
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