Capítulo 5: Frustración.
Tras salir de aquel bar la frustración se apoderaba de mí, un pueblo teñido de azul y amarillo me rodeaba: la Plaza estaba llena de banderitas azules y amarillas, el Teatro Municipal hacía funciones sobre la historia del CD.Pedrezuela, la Casa de la Juventud había organizado coloquios sobre el Pedrezuela toda la semana, el Ayuntamiento había colocado carteles por la Avenida Sierra Norte de apoyo al CDP; y como no, el CDP estaba tirando la casa por la ventana lanzando publicidad por Radio y TV locales, poniendo carteles, el viaducto de Montenebro había sido teñido de azul y amarillo, el estadio se estaba engalanando de gala con lasers de colores…
Todo esto me irritaba hasta el punto de ser para mí insoportable el salir de casa; aunque en casa también era insufrible, se oían las furgonetas pasar anunciando el partido y encima habían plantado una pancarta delante de mi balcón acristalado; ya no podía sentarme a leer en él porque me recordaba lo que acontecía en el pueblo.
A la mañana siguiente me desperté para trabajar; antes de salir revisé mi correo electrónico, me sorprendí cuando uno de un remitente desconocido…
Pegué un bote de la cama, no sabía que estaba ocurriendo: una pesadilla, un sueño no deseado…; la cuestión es que no me gustaba el fútbol y que estaba soñando con él, salí y fui al baño a despejarme; eran las 7 de la mañana, solo había pasado media hora desde que llegué a casa y había soñado todo eso…
Tras esto, me volví a dormir…
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